Contaminación cruzada de alimentos y Proyecto Kryptonita
Terrassa. 16 de noviembre de 2017. El impacto social y económico de las tecnologías de detección es enorme. Sólo para el mercado de biosensores, impulsado por el sector médico y farmacéutico, alcanzó un valor de de 15,96 mil millones de dólares en 2016 y con un valor estimado de 27,06 mil millones de dólares en 2022, con una tasa de crecimiento anual del 8,84%. Dentro del área de seguridad alimentaria, pese a que el mercado de alimentos es muy grande, tiene márgenes de beneficio relativamente bajos. En consecuencia, la industria alimentaria no ha invertido históricamente en métodos analíticos modernos al mismo nivel que otros sectores de alta tecnología. Sin embargo, en los últimos años, se han producido casos notorios en los que no se aplicaron o se aplicaron inadecuadamente los controles de seguridad y calidad en la cadena alimentaria, sin poder prevenir la contaminación microbiana y/o química. La regulación de la UE 1169/2011, conocida como Ley de Información Alimentaria, exige actualmente que los fabricantes de alimentos etiqueten correctamente los productos alimenticios que contienen alérgenos o que provienen de una manipulación industrial donde los ingredientes que contienen alérgenos se han utilizado en otros productos. Al considerarse la alergia alimentaria como un problema de salud pública, actualmente existe una necesidad creciente de herramientas analíticas sólidas que respalden la gestión eficaz del riesgo de alérgenos alimentarios en toda la cadena de suministro. El sector necesita sistemas económicos, sensibles y fiables para la detección de alérgenos alimentarios durante los procesos de fabricación de rutina, para ser empleados en la limpieza in situ de los equipos de procesamiento de alimentos y controlar e impedir la contaminación cruzada.
Proyecto Kryptonita S.L surge en 2018 como una empresa joven de base tecnológica a partir de un proyecto de investigación llevado a cabo entre el grupo de Química Sostenible y Supramolecular de la Universidad Jaime I y la empresa IMAN, basado en la necesidad del mercado de disponer dispositivos simples, fiables y baratos para la detección de alérgenos en superficies en el sector alimentario. En este proyecto se desarrolló una tecnología que permite la detección in situ de sulfitos en superficie de una forma rápida y sencilla, de tal forma que no hace falta personal especializado para llevar a cabo el análisis, permitiendo así la validación de limpieza y evitando la contaminación cruzada por este alérgeno. Gracias al conocimiento adquirido en este proyecto, Proyecto Kryptonita consiguió desarrollar también un sistema para la detección de proteínas, el cual es capaz de detectar la mayoría de los alérgenos alimentarios de obligada declaración. Esto hace que en la actualidad la empresa tenga a su disposición dos productos para la detección de alérgenos alimentarios, en un grado de madurez de una tecnología de estado TRL7.
Como joven empresa, Proyecto Kryptonita se plantea objetivos a corto, medio y largo plazo.
- A corto plazo se propone la transferencia al mercado (producción, comercialización y aplicación) de los productos desarrollados para la detección de sulfitos y proteínas.
- En cuanto a medio y largo plazo, se plantea desarrollar nuevas líneas de investigación que implican el diseño de otros sensores y dispositivos para detectar otros analitos que también son importantes en la industria alimentaria.
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